epicúreas
mayo 5, 2023 § 2 comentarios
Ayer le dije a mi mujer: me basta con estar contigo, tomando unas cervezas frente a la playa, en un día de sol. Y aquí sería inevitable anhelar, junto a Fausto, que el instante se detuviese. Pues fuera de este instante ¿qué puede haber? ¿Oficio? Estar sometidos al tiempo significa que no podemos esperar nada que no sea la descomposición. Quien no lo tuvo en su momento —quien no supo reconocerlo—, nunca lo tendrá. Así, los amantes se preguntan ¿y ahora qué? Pero no saben qué responder. Para el paganismo la cuestión existencial por antonomasia es cómo hacer frente a la erosión del paso de los días —cómo permanecer conectados a la sensación verdadera. Y acaso esta sería la única cuestión si no hubiera hambrientos que nos sacasen de quicio con su demanda. Esto es, si no nos solicitase su acusación (sobre todo, si esta viene precedida de su perdón). De ahí que todo ángel sea terrible. Sin duda es preferible seguir escuchando el rumor de las olas junto a tu chica. Pero hay que partir de ahí si queremos comprender, cuando menos, de qué va esto de Dios.