leer a un autor
junio 29, 2023 § 1 comentario
¿Qué significa leer? Mejor dicho: leer a un autor (y un autor no es simplemente alguien que escribe libros). ¿Podemos, por ejemplo, leer a Platón y, en definitiva, comprenderlo, sin antes habernos peleado con la cosa? De hecho, el trayecto es inverso al que se supone. No es que interioricemos las tesis platónicas después de entenderlas, sino que tras enfrentarnos a las mismas preguntas logramos interiorizar dichas tesis… una vez vislumbramos la “respuesta” —y aquí las comillas son inevitables— por nuestra cuenta y riesgo… aun cuando esto es posible solo porque antes hemos leído mal, esto es, a medias. Y quien dice Platón, dice el libro de Job o el Apocalipsis. Quien, frente a un autor, se atreve a opinar lo contrario permanece en el territorio de lo impersonal —de lo que se dice, se hace… Esto es, en la idiotez . Y no porque a un autor no pueda llevársele la contraria, sino porque únicamente un autor puede poner contra las cuerdas a otro autor. Pues, en el fondo, la contraria surge de tomarse en serio las “respuestas” del autor al que nos enfrentamos. Y es que, al final, basta con tirar del hilo, aquel que, precisamente, ya comenzó a estirar el autor del que dependemos. Aunque, de entrada, no nos lo parezca.
el artículo me hace ver que Galileo, Copérnico y Lutero fueron grandes ejemplos de cómo la lectura puede llevar a una revolución personal y social.
Galileo y Copérnico fueron revolucionarios científicos que se atrevieron a cuestionar lo que se consideraba cierto en su tiempo, y este cambio se convirtió en el comienzo de un nuevo paradigma, una nueva manera de ver y entender el mundo.
Martin Lutero fue un revolucionario espiritual que cuestionó el poder de la iglesia católica y la necesidad de la reforma y el cambio en el cristianismo.
Todos estos hombres, en diferentes campos y áreas, demostraron que la lectura puede ser una poderosa herramienta para el cambio personal y colectivo. Todos ellos expandieron el entendimiento humano, cambiaron la realidad en la que vivían y ayudaron a mejorarla.
La lectura puede ser una herramienta para el cambio, siempre que seamos capaces de aceptarlo. Es un proceso de evolución, y no algo estático.