pater noster
septiembre 5, 2023 § Deja un comentario
Ningún padre termina su obra. Esta es la tarea del hijo, más allá de lo biológico. El problema de Hamlet fue que su padre se convirtió en fantasma. De ahí que no supiera qué hacer. Mejor dicho, fueron sus sospechas las que transformaron a su padre en un casi nadie, apenas un residuo de lo que fue. Con todo, lo que acaso Hamlet no comprendiera —y por extensión, el sujeto de la Modernidad— es que el padre solo es real mientras siga siendo un padre de ultratumba. La resistencia de Hamlet a obedecer el mandato del padre —un mandato por defecto imposible— fue el síntoma de haber olvidado que existir significa, precisamente, un hallarse expuestos a lo irreductiblemente extraño. El mundo moderno se equivocó al prescindir del fantasma —al convertirlo en el contenido de una experiencia visionaria. La genuina alteridad nunca fue palpable.
Deja un comentario