y si no fuera verdad (2)
enero 20, 2024 § Deja un comentario
Uno comienza a comprender por qué, según la Biblia, los capaces de Dios son los abandonados de Dios, una vez se coloca en esa situación en la que no parece que haya nadie ahí que se preocupe por ti: eres despreciable. Como alguien que siempre huele mal (y por eso mismo produce arcadas en quienes se le acercan). Esto es, sin madre. En ese momento, arranca la pregunta del vértigo —y arranca desde el tuétano: ¿no habrá nadie que me quiera? Si la respuesta es Jesús desde los cielos, entonces no saldremos del mundo virtual que nos aísla de la realidad. Aunque pueda ser consolador. ¿Es el cristianismo, por tanto, un trampantojo? Lo sería si la respuesta a la pregunta del mal oliente fuese únicamente el wishful thinking de muchos sermones. Pero no lo es porque hubieron —y siguen habiendo— los Francisco de Asís . Es decir, aquellos que, bajo un cielo de plomo —y por eso mismo, en nombre de Dios, esto es, en su lugar—, terminaron abrazando a los de las pústulas. No estás solo. El problema es que los franciscos no llegan a todos. Y de ahí que la pregunta sea si habrá o no un más allá de lo que nosotros podemos hacer. De lo contrario, no hay más que buena o mala suerte —buen o mal karma.
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