respondones
mayo 3, 2024 § Deja un comentario
La actual tendencia a la interioridad, en lo que respecta a los asuntos de la fe, tiene sus riesgos. Pues da a entender que la fe depende de nuestra íntima adhesión a determinados contenidos, y no de nuestra respuesta a la pregunta con la se inicia la vida creyente: ¿y tú quién dices que soy yo? Como si el acto de la fe fuese una especie de yo me lo guiso, yo me lo como. ¿No será que una sociedad de narcisos reclama, precisamente, una fe narcisista, algo así como un oxímoron?
En cualquier caso, lo que no cuenta Mateo, aunque Lucas pueda sugerirlo, es que, tras la confesión de Pedro, probablemente no vino lo que Mateo pone en boca de Jesús, sino una enorme perplejidad o estremecimiento. En este sentido, Lucas fue más perspicaz. Pues dicha perplejidad, más que desmentir, confirma la confesión del apóstol.
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