personal
octubre 2, 2024 § 1 comentario
Una divinidad oceánica, ¿puede responder a la pregunta acerca de qué vida pueden esperar las víctimas de la historia? Tan solo un Dios personal. Pero un ente supremo al que pudiéramos tutear ¿sería Dios? La pregunta es retórica. En cualquier caso, el horizonte es un no-saber, una docta ignorantia. En su lugar, un debe ser en nombre de —y del cual no podemos hacernos una idea creíble.
Supongo que una divinidad oceánica responde a todas las personas de la misma forma; aunque eso no implica que su propuesta sea verdadera.
Sin embargo, y si no lo entiendo mal, la respuesta cristiana, al presentar un Dios por venir, nos plantea la duda irresoluble de cómo “comprender”, – ¡cómo vivir en relación! – con un Dios que, supuestamente, manifiesta la presencia de su amor mediante su ausencia.
Con un padre que mostrase así su condición, no querríamos relación ninguna porqué entenderíamos su actitud como la de aquél que se muestra totalmente indiferente.