perspectivas varias (y 2)
octubre 6, 2024 § Deja un comentario
Con todo, también es posible que nuestro vínculo con la verdad —con lo que en realidad acontece y no simplemente pasa— no lo decida la visión, sino el cuerpo o la voz. Pues la pregunta quizá sea qué hay donde no es posible ver nada —y en ese haber solo podemos ser alcanzados por un cuerpo o una voz. Ambos se presentarán —se harán presente— como lo que, de entrada, nos amenaza por entero.
De ahí que quienes olvidaron que ante Dios experimentamos un cierto temblor de piernas ignoran qué significa estar ante Dios. Pues, como escribiera Bonhoeffer, ante Dios, nos encontramos sin Dios. La luz es el efecto del retroceso de la oscuridad. O mejor dicho, hay mundo —el mundo es lo que vemos— porque Dios deviene el fondo oscuro de la existencia —porque Dios es este devenir. Y porque Dios crea el mundo haciéndose oscuridad, Dios no puede aparecer como dios… (aunque aquí no hemos de entender que primero era Dios y que posteriormente decidió hacerse oscuridad: lo primero es el acto divino, su voluntad… la cual, no obstante, siempre reconocemos como suya retrospectivamente) . En lugar de Dios, el milagro: el cuerpo y la voz de quienes están a nuestro lado ante Dios. Porque la realidad de Dios es la que es, no hay más que cuerpo y voz —y un cuerpo y una voz que nos re-claman… de tal modo que no responder es ya responder. Aquí no responder es elegir la oscuridad, la nada, la aniquilación. Al menos, porque en la oscuridad, quien no responde es como si no fuese.
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