¿hay alguien ahí?

febrero 27, 2025 § 1 comentario

Dios, ¿alguien o algo? Si lo segundo, entonces no es Dios, sino el arjé, la sustancia que sostiene cuanto es. Y para este viaje no hace falta la fe —ninguna confianza. Basta con un saber a qué atenerse. Aunque se trate de un saber para iniciados.

Ahora bien, si es alguien, entonces Dios no coincide consigo mismo. Dios, como cualquiera con conciencia de sí, estaría más allá de sus características. Así, de creer que Dios es bueno o todopoderoso, deberíamos admitir que, en sí mismo, difiere de su bondad o absoluto poder. Y difiere como el que no termina de ser lo que es. En definitiva, si Dios es alguien, entonces, como tal, niega lo que es. Y por eso puede haber identificación. Todo yo trasciende su rostro. Pero sin rostro el yo no es aún nadie. Al margen de sus rasgos, el yo es voluntad de presencia. Esto es, un fantasma que clama por incorporarse de nuevo al presente. Literalmente.

Sin embargo, esto es lo que dice el cristianismo. Ese lo que es Dios, cristianamente, no pueda separarse del cuerpo de un crucificado en su nombre. Esta es, al fin y al cabo, la clave de lectura de la confesión creyente, a saber, la que proclama que Dios es Jesús —y esta proclamación, si lo pensamos bien, no apunta tanto al que anduvo por Galilea como enviado de Dios como a Dios mismo. En tanto que sujeto, Dios quiere llegar alcanzar el presente —pues, en sí mismo, es este querer. Y no hay otro presente que el de los cuerpos. La audacia cristiana consiste en anunciar que Dios tiene cuerpo, el de aquel que fue crucificado en su nombre. Por decirlo en breve: Dios es su cuerpo —y sin ese cuerpo aún no es nadie. O Dios tiene cuerpo, o el haber de Dios anda rozando el de la nada. Dios no tiene otra presencia —otro presente— que el del cuerpo en el que se reconoce. Así, la bondad de Dios es la de quien perdonó a sus verdugos mientras agonizaba como un perro colgando de un madero. Su poder, el de su debilidad.

Quienes conciben el alguien de Dios al margen de su encarnación, acaso posean una fuerte sensibilidad religiosa. Pero esta difícilmente coincidirá con la declaración cristiana. O eso me atrevería a decir.

§ Una respuesta a ¿hay alguien ahí?

  • ajaodemariacede84228e dice:

    Imagina el universo como una gran sopa :

    • Si Dios es el chef que la cocina, es «alguien»

    • Si Dios es el caldo que une todos los ingredientes, es «algo» (el arjé)

    • Pero ¿y si Dios es el sabor que notas al probarla, algo que no ves ni tocas? Eso sería «otra cosa». En el texto está la idea del «yo como fantasma»

    Luego imagina que Dios es como un actor :

    • Si es «algo» (arjé), es solo el escenario: está ahí, pero no actúa

    • Si es «alguien» sin cuerpo, es un guion sin actor: una idea bonita, pero no aparece en escena

    • Para el cristianismo, dice el texto, Dios es el actor que entra al escenario con el traje de Jesús crucificado. Sin ese «traje» (cuerpo), no hay actuación, no hay presencia

    el cristianismo ata a Dios a Jesús, y sin eso, tienes otra cosa

    Al final imagina que Dios es como un mensaje :

    • Para algunos, es una voz sin cara (un «alguien» sin cuerpo), y eso les parece espiritual

    • Para el cristianismo, según el texto, ese mensaje solo llega si lo escribe una persona real (Jesús), con tinta y papel (su cuerpo crucificado). Sin eso, el mensaje se pierde en el aire

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