la oración cristiana
abril 13, 2025 § 1 comentario
Sentirse un insecto. Por tu traición. Por la pérdida de quien amaste y no supiste amar. Entonces diriges tu llanto hacia un cielo vaciado de presencia. Más allá incluso de dios. Y por eso lo diriges a Dios. Como el náufrago que deja su mensaje en las aguas del océano, ahora violentas. Pero no obtendrás otra respuesta que la de las manos tendidas de los huérfanos que deambulan por el arrabal.
la modificación 
Las manos tendidas son la respuesta; los efectos, se me ocurre que al menos van en tres direcciones: Una orientación correcta (=corregida) de la propia mirada hacia las manos tendidas en tierra. La confianza/certeza de que lo que quiera que salga de nuestra pobre capacidad de respuesta no equivale a lo que, finalmente, en realidad suceda. Y una imagen imposible de cerrar sobre quién/qué haya puesto esa inquietud en el corazón humano. Finalmente, una infinitesimal partícula de bien puesta en el lado pequeño de una balanza cuya longitud de brazos está siempre por determinar.