cuidado de sí y paganismo
mayo 26, 2025 § Deja un comentario
El papel de los dioses en el cuidado del alma socrático es, sin duda, residual. Pues este se lleva a cabo en nombre de un amor a la verdad, una verdad que, sin embargo, apunta a una realidad última que hay que perseguir racionalmente y cuya naturaleza anda rozando la nada. Por abstracta. Y esto es lo interesante. Pues en un mundo rebosante de dioses —un mundo en el que los hombres se hallan a merced de poderes arquetípicos a los que debe ajustar su existencia—, la posibilidad de un cuidado del alma que se desmarque de este ajuste —de un armonización con el orden natural— constituye, cuando menos, una rareza. Por no decir, una singularidad cósmica. De hecho, el ajuste va a resultar difícil en tanto que la reflexión —el cuestionamiento de sí con el comienza el cuidado del alma— produce un desplazamiento que está muy cerca del exilio.
Ciertamente, la Atenas del momento facilitó el cuidado del alma. Pero no pudo admitir su resultado, la corrosión de los tópicos que vertebran la cohesión social. Al fin y al cabo, no es posible una ciudad de filósofos. Es decir, de desarraigados mentales. Quizá no sea casual, como supo ver Filón de Alejandría, que la república platónica guarde un cierto aire de familia con la Jerusalén celestial. Pues en ambos casos, la reconciliación apunta a un más allá de los tiempos. En este sentido, Nietzsche fue un pensador pagano: no hay más que fuerzas . Aunque, como heredero del monoteísmo, el paganismo de Nietzsche fuese el de un solo dios. Dioniso.
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