alturas
junio 25, 2025 § Deja un comentario
¿Acaso nuestro congénito no estar a la altura de la Ley de Dios no es el envés, precisamente, de su altura? ¿Quién, por excesivo, no pasa de largo del tener que responder a la demanda del que carece del pan de cada día? Dios y culpa ¿no van de la mano? El cristianismo que rechace como antiqualla la culpa original ¿no estará construyendo, una vez más, un dios a medida?
Ciertamente, hubo redención, se nos dirá. Pero ¿en que consistió? Es verdad que el sacrificio del Gólgota nos hizo, de nuevo, capaces de Dios —un sacrificio que el cristianismo comprende como el de Dios mismo. Pero este regreso a la inocencia ¿no nos puso sobre las espaldas el peso de Dios? Pues ¿qué puede significar, si no, que se nos revelase que Dios en verdad es el Dios que, desde el principio, quiso depender del hombre que depende de Dios?
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