comprender la Trinidad, es un decir
julio 1, 2025 § Deja un comentario
El HIjo es Hijo porque abraza hasta el final el aún nadie del Padre. Y por eso hay Padre. Y por eso mismo, también, el haber del Padre es el del Hijo. Mejor dicho, el de su cuerpo. No fue fácil caer en la cuenta de que el Hijo es la Palabra del Padre. Pues el Padre, en sí mismo, no puede más que guardar silencio, un silencio que encuentra se eco en el clamor de los inocentes.
Quizá no sea casual que, en castellano, espíritu y esperanza mantengan un aire de familia. El Espíritu es el rastro del Gólgota, su onda expansiva, lo que hace posible que permanezcamos a la espera de lo imposible, esto es, de un nuevo comienzo. Pues no puede haber nada nuevo que no suponga un reset de dimensiones cósmicas, un mundo en el que Satán permanezca bajo las botas del arcángel. De no haberlo, tan solo nos queda la ilusión del unboxing, de la novedad, ese simulacro de lo nuevo.
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