heme aquí (y 3)
julio 31, 2025 § Deja un comentario
Dios —de hecho, su silencio— nos saca de quicio. Abraham. Pero no como pueda hacerlo lo gigantesco o el cuerpo desnudo de una mujer. Ante ambos, tan solo cabe reaccionar. No, en el caso de Dios. Pues de topar con el en sí de Dios —esto es, con la cruz, la oscuridad que desplaza el mundo hacia atrás—, tan solo cabe responder con un heme aquí; qué quieres que haga. O esto, o perecer.
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