not religio
octubre 27, 2025 § Deja un comentario
Para comprender mejor por qué el cristianismo no es, estrictamente, una religión entre otras, basta con tener en cuenta que, tanto el docetismo como el arrianismo, acaso los dos corrientes cristianas que, durante los primeros siglos, a punto estuvieron de sobrepasar la interpretación que terminaría siendo la canónica —la que se cristalizó en la dogmática cristológica—, fueron, de hecho, una lectura religiosa del acontecimiento de la cruz. Y es que, tanto si Jesús es visto como Dios disfrazado de hombre, como si solo es admitido como hombre de Dios pero no como Dios —un hombre de Dios que, tras su muerte y por sus méritos, fue elevado a la altura de Dios… a la manera de los héroes de la antigua Grecia—, Dios permanece en la alturas como un Dios ya realizado, esto es, al margen de su encarnación. Ahora bien, no es esto lo que confiesa el cristianismo. El Dios verdadero y hombre verdadero del credo no hace buenas migas con la revelación. Y es que el Padre no es sin el Hijo, ni el Hijo sin el Padre. Y esto, evidentemente, no dejan las cosas de Dios como estaban.
Otro asunto es que el docetismo o el arrianismo hayan sobrevivido históricamente en la mente de muchos cristianos, bajo la forma de un cristianismo conservador o de izquierdas, respectivamente. De hecho, si hubo cristiandad es porque la Iglesia toleró de facto lo que de iure condenó.
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