el mar de las cañas
diciembre 24, 2025 § Deja un comentario
Lo revolucionario no fue que los esclavos de Egipto, tras el acontecimiento del Mar Rojo, tuvieran un Dios de su parte. Fue que lo creyeran. De hecho, con esta fe Israel dio el primer paso hacia el monoteísmo. Pues si había un Dios que jugaba a favor de los lumpen —algo, literalmente, increíble para quien supìera lo que significaba ser un Dios—, entonces podía estar del lado de cualquiera. Y un Dios de cualquiera es más Dios que el que habita solo en los bosques o en el vientre de un volcán.
Aun así, lo que nunca se imaginó el primer Israel es que un Dios que puede con todo, no puede con nada.
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