simple
diciembre 31, 2025 § Deja un comentario
O Dios es un quien o no es Dios, sino una fuente, se supone que con buenas vibraciones. Las espiritualidades del arjé, por decirlo en breve, son, más bien recetarios, métodos para alcanzar una buena salud. Y estos son importantes. Pues hay en el mundo mucho que limpiar. SIn embargo, dejan a un lado la que me parece la cuestión fundamental, a saber: qué vida pueden esperar quienes murieron antes de tiempo a causa de nuestra impiedad.
Sé que la respuesta habitual, desde el lado de las espiritualidades del arjé, es la que apunta a una vida dichosa post mortem, por no hablar de la segunda oportunidad que supone la posibilidad de una reencarnación. Pero esto es mucho suponer. Y la fe cristiana está lejos de ser una suposición. Ahora bien, no porque ofrezca a cambio una certeza —la resurrección de los muertos no puede serlo—, sino porque el quién de Dios no es el de un abuelo espectral, sino el de un cuerpo humanos, demasiado humano, en definitiva, palpable … lo que significa que la esperanza está indisociablemente ligada al definitivo porvenir de Dios.
El creyente, al fin y al cabo, no tiene ni idea de cómo podrá suceder una nueva creación. Pero si se aferra a lo imposible es porque Dios y el imperativo de Dios —su deber ser— son las dos caras de la misma experiencia de Dios.
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