de aliens
junio 24, 2018 Comentarios desactivados en de aliens
¿Quién no espera la irrupción del otro? ¿Quién no anhela la aparición? ¿Acaso no aspiramos en lo más íntimo a la interrupción que haga saltar por los aires la invariabilidad de nuestra existencia? ¿Qué mujer no sueña con el hombre que la redima de la insignificancia —qué hombre, con la mujer que lo eleve por encima de su impulso más elemental—? Sin embargo, la Biblia no deja de ser desconcertante. Pues el otro no es aquel con quien soñamos —el príncipe azul, la mujer de puta-madre—, sino el pobre, el desagradable, el que huele mal. Ahora bien, que el pobre nos redima de nuestra tendencia al onanismo es algo que difícilmente podemos aceptar sin rompernos. Pues quien abraza al pobre se empobrece.