la chute, una vez más
noviembre 3, 2018 Comentarios desactivados en la chute, una vez más
No comprenderemos el relato de la caída hasta que no veamos que afecta tanto a Dios como al hombre. Pues la expulsión de Adán —su haber sido arrojado al mundo— es el envés de la expulsión de Dios de su creación. Adán es condenado a vagar por el mundo ignorando quién es su padre. Pero al igual que Dios sufre una brutal crisis de identidad, al ser enajenado de su imagen. De ahí que, hasta el Gólgota, Dios fuera el Dios que tenía pendiente su quien.