y Johnny cogió su fusil
octubre 20, 2019 § Deja un comentario
¿Fue la enfermera, un Dios —el único— para Johnny? Sin extremidades, siendo apenas un muñón, la voz de ella —su caricia— ¿acaso no fue el pan de cada día? ¿Y no es verdad que solo en la situación de Johnny —aquella en la que dependemos absolutamente del otro— somos capaces de Dios? Sin embargo, ni siquiera ese pan salvó Johnny del hambre. Como si la única alternativa del desesperado fuera o valerse por él mismo (y por tanto rechazar toda dependencia), o morir. (Ahora bien, ¿es posible que el cristianismo inviertiera los papeles? ¿Acaso Dios no se identificó de una vez por todas con los Johnny de la historia al ponerse en manos de los hombres? Como si, al fin y al cabo, más que depender de Dios, fuera Dios quien dependiera del hombre.)
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