un asunto político
febrero 25, 2020 § Deja un comentario
La creencia espontánea en un Dios no deja de ser un asunto político. El esclavo —el siervo de la gleba— está acostumbrado a sentirse bajo el dominio de un amo. Sabe qué significa —y lo sabe corporalmente. No necesita suponerlo. Por eso, la confesión de que solo YWHW es el Señor suena a oídos antiguos como el password de los rebeldes. Del mismo modo, las bienaventuranzas deberían leerse en clave leninista, por decirlo así: y vosotros seréis los primeros en entrar en el palacio de invierno. De ahí que la creencia religiosa sea tan difícil en las sociedades donde la igualdad se da por defecto. Aquí el homo religiosus necesita forzar la imaginación. Al menos, si pretende seguir creyendo en el Dios tutelar de su infancia.
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