obras públicas
mayo 2, 2020 § Deja un comentario
Al final, solo nos quedará el andamio, un permanecer calladamente junto a lo que se nos dio y no supimos conservar. Puede que haya más verdad en mantener las formas que en el sentimiento. Aunque tampoco quepa mantenerlas antes de tiempo. Ya lo dijo Qohélet: hay un tiempo para cada cosa. Y aquí, aunque no se trate de una cosa, podríamos también incluir a Dios.
Responder