Joan Anton
diciembre 2, 2020 § Deja un comentario
Fama —la única gloria a la que podían aspirar los hombres, según los griegos—, ninguna. Pasó por la vida, más bien, con discreción. Lo que sí fue es un hombre bueno. El otro día nos dejó, de manera repentina, Joan Anton Pàmies, que durante tantos años prestó diversos servicios en la institución cultural-educativa del CIC, y últimamente, en la recepción de Virtèlia. Su sola presencia, afable y siempre dispuesta al servicio, creaba ese clima de acogida que siempre ha caracterizado al centro. Joan Anton fue algo así como el hermano Gárate del CIC. Los que tuvimos la suerte de tratar con él fuimos afortunados. Pues, por su manera de encarar la vida, estamos un poco más convencidos de que la bondad lo es todo.
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