activismo vacacional
agosto 24, 2021 § 1 comentario
Donde las cosas nos van los suficientemente bien, no podemos evitar preguntarnos si eso es todo —si acaso no habrá algo más, algo por descubrir. El todo es el aún no todo para el cul inquiet que somos. Así, aspiramos a lo extra-ordinario, a la interrupción. Y de ahí la necesidad de llenar el ocio con actividades. “Y hoy ¿qué hacemos?” Difícilmente admitiremos la que, probablemente, sea la única respuesta: nada. Pues, aun cuando vayamos de excursión, llegaremos a lo mismo de siempre. Al fin y al cabo, se trata de la distracción, del chute emocional, de la novedad, ese sucedáneo de lo nuevo. No fuese que cayésemos en la cuenta de que no hay nadie alrededor.
Exacto.
(Me ha venido «al pelo» su texto,hoy)