lo dado y sus imágenes
diciembre 7, 2021 § Deja un comentario
La vida no es simplemente un dato: es don. Pues se nos ofrece desde el fondo de la nada —o mejor dicho, del nadie. Todos podemos caer en la cuenta del milagro. Pero no todos caemos la cuenta. Y menos en el tiempo diario. Aquí las imágenes ayudan, ciertamente. Al menos, porque en el día a día resulta más fácil incorporar la experiencia del don —e incorporar es hacer cuerpo— donde creemos que la vida nos ha sido dada por un padre espectral que donde sabemos que la paternidad de Dios consiste en su retroceso o paso atrás. Sin embargo, el riesgo de una excesiva incorporación es el de convertir a Dios en un ente, aunque nos digamos que su perfil es imposible de perfilar. Y ningún ente, por muy superior que sea, puede valer como Dios. Tan solo en las cruces del mundo, la verdad —lo que en verdad acontece y no simplemente pasa— logra hacerse cuerpo sin el recurso de las figuras de la imaginación. En dichas cruces, el silencio deviene elocuente. De ahí la importancia de no perder de vista al testigo, a su historia. Sin embargo, entre una cosa y otra anda la existencia del creyente de a pie. Como siempre, y con respecto a lo que importa, andamos dando tumbos.
Deja una respuesta