sensaciones e ideas (y 2)
enero 10, 2022 § Deja un comentario
No es posible que una madre ame a su hijo sin amar a la vez su vínculo con el hijo. Del mismo modo, no cabe amar a Dios —dejar que Dios sea Dios— sin amar al mismo tiempo nuestro vínculo con Dios, esto es, sin amarnos a nosotros mismos antes que a Dios. Una cosa va con la otra. La cuestión es, como siempre, en qué medida se dan los componentes de la mezcla. Aunque esta quizá sería una pregunta a la griega. Pues acaso sea más justo preguntarse por el tiempo de cada cosa (o por la cosa de cada tiempo).
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