la importancia del cristianismo
septiembre 20, 2022 § Deja un comentario
Necesitamos el cristianismo —no digo, ser cristianos: este es otro asunto— como necesitamos seguir leyendo a Platón o a Kafka. Pues en una época en la que se promueve la irrelevancia —sigue comprando: no hay otra salvación que la proporcionada por la novedad— fácilmente dejamos a un lado las preguntas que importan, en definitiva, aquellas que dotan a nuestra existencia de un cierto grosor (y por eso mismo, nos alejan del bonobo). ¿Qué redención pueden esperar esa madre que dejó morir a su hija al arrancarle el pan de su boca? ¿Qué vida, aquellos que murieron injustamente antes de tiempo? La bondad ¿triunfará sobre el mal? ¿Es preferible renunciar al poder antes que ejercerlo sin piedad? ¿Acaso solo podemos aspirar a ir de satisfacción en satisfacción (y tiro porque me toca)? Las preguntas sin respuesta —o sin otra respuesta que la que queda suspendida en el aire— nos abren a la lucidez y, me atrevería a decir, que a una libertad de ánimo: que no nos pueda lo que nos sucede y no importa. Las creencias no nos distinguen de los simios (o al menos, solo en cierto grado). Lo que define nuestra humanidad —lo que nos sitúa en una justa posición— son los interrogantes. Pues acaso el factor diferencial sea el descentramiento. Y donde estamos convencidos de haber resuelto las cuestiones irreemplazables a golpe de creencia seguimos en la torre de control.
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