vacíos
octubre 18, 2022 § Deja un comentario
Quien pretende ponerle muchos sentimiento a la oración para que esta sea auténtica quizá riegue fuera de tiesto. Pues no reza quien quiere, sino quien puede —y aquí el poder se manifiesta como impotencia. Por no hablar de que los sentimientos van y vienen. Ciertamente, tampoco se trata de recitar la plegaria como quien recita las tablas de multiplicar. Pero, al final, solo nos quedarán las formas, ese exoesqueleto que nos aguanta cuando, queriendo permanecer fieles a lo que tuvo en verdad lugar, apenas tengamos fuerzas. En realidad, la plegaria no deja de ser un plegarse.
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