predestinación
octubre 30, 2022 § Deja un comentario
La tesis calvinista sobre la predestinación de los elegidos supone una radicalización de la idea luterana de la salvación por la fe, lo cual, como es obvio, no significa que baste con decir que el crucificado es el Hijo de Dios para estar en la posición correcta ante Dios. La idea de fondo sería la de evitar que creyeramos que estamos del lado de los elegidos por hacer lo debido. La redención no se compra. La entrega creyente es una respuesta a la misericordia de un Dios que cuelga de una cruz y no lo que hay que hacer para obtener la gracia. Que el obrar no obedezca a la preocupación por la propia salvación: actúa como si esta ya estuviera decidida. De hecho, solo Dios sabe hasta qué punto nuestra intención es sincera. De Calvino a Kant puede que tan solo medie un paso. Como también de Calvino a Bonhoeffer: ante Dios, nos hallamos sin Dios. Quien obedece a la voluntad de Dios —y la voluntad de Dios es que el pobre viva— obedece sin Dios mediante, esto es, en aquellas situaciones en las que parece que no haya un Dios de nuestra parte. Quizá la tesis calvinista nos situe en mayor medida ante la desproporción de un Dios que no admite sobornos que la convicción que apunta a un dios que solo responde a nuestra necesidad de compañía. Otro asunto es que la tesis de Calvino se haya interpretado a la capitalista, tal y como vio Max Weber en su momento: como si el triunfo social fuese el signo de la redención. Pero una cosa no quita la otra.
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