incorporar la verdad
noviembre 17, 2022 § Deja un comentario
Hay verdad. Pero no para nosotros. Para nosotros la teoría. Por ejemplo, es verdad que la mujer es un milagro. Pero esto solo podremos verlo desde la grada. En el día a día, prevalece la negociación, el trato, el instinto, la costumbre, la satisfacción (y ello no quita que de vez en cuando hayan destellos de milagro). Sabemos que no somos el centro del universo. Sin embargo, la sensación sigue siendo la de que los astros dan vueltas a nuestro alrededor.
De ahí que solo quepa incorporar la verdad simbólicamente. La verdad se hace cuerpo a través de imágenes increíbles. Así, es verdad que Dios es, en sí mismo, lo absolutamente extraño. Pero la extrañeza de Dios —su irreductible alteridad— permanece en lo abstracto mientras no podamos imaginarlo como un monstruo (aunque se trate del monstruo de la bondad). El como es traición. Pero solo traicionándola nos alcanza la verdad. De ahí que, de no caer en el fideísmo, el creyente no pueda evitar la ironía —la sinceridad del actor— cuando se dirige a Dios como quien se dirige a un fantasma. Pues aun cuando de hecho no lo sea, en realidad lo es.
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