credo quai absurdum
noviembre 19, 2022 § Deja un comentario
Creer en Dios es creer en la posibilidad de lo imposible, esto es, en lo increíble. La esperanza creyente no es, propiamente, una expectativa. Ahora bien, no por ello lo increíble, de por sí, es objeto de fe. No es lo mismo creer en la resurrección de los muertos que en la posibilidad de que del Sol salga agua en vez de luz. Y no lo es, porque la fe, a diferencia de la fantasía, arraiga en las historias —humanas, demasiado humanas— que hay detrás. De ahí que la cuestión sea, precisamente, en nombre de qué o, mejor dicho, de quién creemos en lo imposible.
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