manifest
julio 30, 2023 § Deja un comentario
No he visto la serie —pero sí que me han hecho cinc cèntims. Según parece —y no creo hacer spoiler al decir lo que ahora diré… pero, por si acaso, no sigáis leyendo si la queréis ver—, todo cuanto sucede a lo largo de las diferentes temporadas depende del poder que emana de una especie de zafiro, poder que decidirá, en definitiva, la redención o la condena de los protagonistas. Y se non è vero, è ben trovato. Por eso —y por los hechos aparentemente inexplicables que narra— la serie rezuma un cierto aroma espiritual. Sustituyamos el zafiro por el océano en el que terminaremos disolviéndonos como muñequitos de sal y casi tendremos un calco de las espiritualidades aconfesionales (aunque aquí, para que la coincidencia fuese mayor, deberíamos añadir la perspectiva, no habitual en dichas espiritualidades, de un juicio final: unos se disolverán… y otros no).
Pues bien, ¿no es acaso tot plegat muy triste? ¿Podemos hablar propiamente de salvación donde esta depende de un poder anónimo ? ¿Es que no seguiríamos estando solos? Es como si Marco, el niño que atraviesa el Atlántico en busca de su madre en el relato de Edmundo de Amicis, topase en el último capítulo, no con su madre, sino con el oasis que le permite saciar su sed y descansar definitivamente… pero nada más (o nada más que otros huérfanos). ¿No podríamos decir que las espiritualidades del algo —no del alguien— confirman la posición del nihilista, aunque bajo la excusa de una dicha eterna (y aquí no estoy presuponiendo que Dios sea un espectro bonachón)? La conexión a un enchufe —por hablar de la disolución— ¿es la única respuesta al nihilismo? Si se trata de ser buenos, ¿no bastaría con una droga de la bondad? Las prostitutas, los publicanos… que respondieron al clamor de las viudas, los inmigrantes… antes que los fariseos, ¿fueron capaces de responder porque eran buenos? Los samaritanos ¿no eran unos parias por su colaboración con el enemigo de Israel? La redención ¿acaso no tiene que ver antes con el culpable que con el infeliz?
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