Nussbaum 2
junio 5, 2025 § Deja un comentario
Más aún: ¿qué puede significar desarrollar las propias capacidades o potencialidades en un mundo donde, a través de las redes o los medios de comunicación, se magnifica lo trivial, en definitiva, la distracción, el entretenimiento, la dispersión? O por decirlo de otro modo, ¿qué supone realizar las propias capacidades donde la mayoría vive como abducida? ¿Acaso es posible, en el contexto de la sociedad liberal, y por eso mismo tolerante con las diferentes concepciones de la vida buena, una reflexión pública sobre lo que en verdad importa o vale la pena al margen de nuestras preferencias? ¿No es cierto que esta reflexión implicaría una crítica del deseo… que el capitalismo, al fin y al cabo, nuestro modo de vivir, no está dispuesto a aceptar? O como decía en la primer entrada dedicada a Nussbaum ¿es posible hablar de la felicidad sin una concepción fuerte del bien —de cuanto vale la pena amar o perseguir? ¿Es posible sin que ello implique una distinción, en el fondo propia de una sensibilidad aristocrática, entre la vida de quienes ascendieron hasta la boca de la caverna y quienes permanecen atados entre sombras? En definitiva, a la hora de enfrentarnos a la posibilidad de una vida lograda, ¿podemos prescindir del memento mori?
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