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junio 20, 2025 § Deja un comentario
El nihilismo no es un mero concepto, una declaración sobre el sinsentido de la existencia. Es un nadie cuenta vivido a flor de piel —y, por eso mismo, un tú no cuentas. No habrá quien coja el testigo de lo que hicistes, creyendo que había un hacia donde. No habrá un Homero que narre tu vuelta a Itaca. Y si lo hubiese, su esfuerzo terminará disolviéndose como una gota de agua en el océano de una temporalidad para la que un millón de años es apenas un inicio. Ante Cronos, todo sentido se revela como una ilusión óptica. Basta con imaginar que no hubiese habido ningún evangelista que proporcionase un significado a la inmolación del enviado para caer en la cuenta de la carga de profundidad del nihilismo.
Así, difícilmente comprenderemos el alcance del libro de Job si entendemos su última parte como un diálogo. De hecho, Qohélet fue su mejor comentarista: todo es vano, un alimentarse de viento. Pues Job no topa con la verborrea de Yavhé, sino con su silencio. Y tú qué sabes: el sentido, si lo hubiese, está por ver. Por no hablar de la posibilidad de seguir siendo si llegara a realizarse. Al menos, porque el horizonte de la existencia es, precisamente, asintótico. No hay fe con anterioridad al momento crucial. En cualquier caso, suposición, mapa mental, espejismo.
Y es que la fe —como las obras que la siguen— es la respuesta humana a la experiencia del Altísimo, esto es, de la radical trascendencia de Dios. Ahora bien, la expresión de la fe —de la espera creyente— es delirante. ¿Muertos que resucitan? Tampoco puede expresarse de otro modo si es cierto que la fe apunta a lo que ningún mundo puede admitir como posibilidad. De ahí que haya otras respuestas. La de Dioniso es la más actual, un ponerse a bailar sin estar sometidos a ningún juicio. Ni siquiera el de nuestras víctimas. También cabe, sin embargo, Mozart. Pero en ambos casos, los mártires de la historia quedarán, sencillamente, sepultados en el pasado. Y si fuese así —si pudiésemos tolerarlo—, entonces el nihilismo vence. O lo que es lo mismo, el mundo.
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