leyendo a Larkin
mayo 20, 2014 § Deja un comentario
Diría que nos equivocamos cuando hacemos del poeta alguien que capta sensiblemente la realidad. Los versos del poeta no constituyen una visión de las cosas, como si hubiera una visión por encima de la visión habitual, prosaica de esas mismas cosas. La realidad del poeta no existe antes de ser dicha. Propiamente el poeta crea la realidad que ve. Mejor dicho, la realidad que el poeta crea jugando con las palabras se muestra como visión. Así, Larkin escribe: al morir uno se rompe/la próxima vez no vamos a poder fingir que hay algo por delante. Es obvio que nada de esto existía antes de que él se pusiera a escribirlo. Ahora bien, una vez escrito, y puesto que se trata de versos memorables, es inevitable preguntarse cómo no lo hemos visto antes.