en absoluto
noviembre 10, 2018 Comentarios desactivados en en absoluto
Dios es en absoluto. O también, en absoluto es. Aquí la ambivalencia de la expresión no es casual. Pues lo absoluto es, por definición, lo que se encuentra enajenado de lo sensible, pero no al modo de un ente incorpóreo, sino como lo que no termina de ser y, por eso mismo, no es. Dios existe como también el hombre. Literalmente, ambos andan a medias, esto es, como arrancados, al menos mientras el hombre no abrace la impotencia de Dios, lo cual solo podrá acontecer sin Dios mediante. Como reza un dicho talmúdico, si crees en mí, yo soy; si no crees, no soy. Y creer, aquí, no es un mero suponer. El hombre depende de Dios, aunque lo ignore. Pero al igual que Dios pende del hilo de la respuesta del hombre su clamar por el hombre. Pero lo más probable es que cuando el Hijo del Hombre regrese no halle a nadie con fe en la tierra (Lc 18, 8).