Tomás
abril 7, 2019 Comentarios desactivados en Tomás
El desprecio platónico de la carne, y por extensión el de la cristiandad, no termina de entenderse, si no es en relación con un cuerpo afectado por la enfermedad, el mal olor, la degradación. En la Antigüedad el cuerpo, sencillamente, se sufría. Como también hoy en día en los arrabales del mundo. Escuchando el Nigra sum de Tomás Luis de Victoria, ese conjunto de voces que trepan hacia las alturas sin alcanzarlas, es difícil no abrazar la belleza como redención. O la catedral gótica como el lugar en el que uno llega a imaginar cómo sería vivir en el cielo. No es casual que el cristianismo históricamente oscilase entre la pureza de la polifonía renacentista y la convicción de que las putas nos pasarán por delante. Aunque lo primero, sin duda, haya pesado más que lo segundo.