de Dios y los árboles
mayo 4, 2020 § Deja un comentario
Un árbol está-ahí. Un piedra está-ahí. Pero el estar no está. Más bien, por todas partes y en ninguna. Pero este no es un asunto espiritual, sino acaso lingüístico. Lo espiritual comienza con la ausencia de un quién —con su eterno por-venir. No hay esperanza sin memoria: recuerda que naciste como arrancado.
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