anchor
junio 3, 2020 § Deja un comentario
Quien permanece anclado en su creencia sobre un más allá con final feliz, porque ya le va bien creer en lo que cree, no se pregunta por su verdad. Y evidentemente el sujeto que se plantea la pregunta no es el mismo que el que continúa con lo suyo. No es que simplemente tengan opiniones distintas. Sin embargo, hay dos vías para la sospecha. Una es la meramente intelectual. La otra es a través del dolor. Y tampoco se trata de lo mismo. Una fe que no se tome en serio la posibilidad del desmentido —la posibilidad de que el mundo triunfe— es, ciertamente, una ilusión.
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