fall in love
agosto 31, 2020 § Deja un comentario
Quizá lleguemos a enamorarnos del robot con aspecto humano —del replicante—. Al fin y al cabo, nos seducen las apariencias. ¿Lograremos también apiadarnos de su dolor… sabiendo que es una máquina? ¿Acaso los genocidios no comenzaron con reducir a las víctimas a un estado inferior? ¿Es que el verdugo no las vio antes como ratas? La cuestión no es si, a la vista del horror, cabe creer en Dios, sino si es posible fiarse del hombre. O Hobbes estuvo en lo cierto o lo estuvo el crucificado (y la historia parece que esté del lado del primero). Aunque también podemos erigir muros de contención más amables que un Leviatán —ganarle territorio al mar—. Sin embargo, tarde o temprano el mar termina por fracturarlos. El hielo, ya sabemos, se funde con el tiempo. Los enamorados han de contar con el cambio climático.
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