encaje
septiembre 2, 2020 § 1 comentario
Creer que Dios existe equivale a creer que hay un gran Otro-sujeto del saber. Aquí cabe establecer una cierta analogía con las teorías conspiranoicas. Alguien maneja los hilos. La diferencia pasa por suponer que Dios quiere nuestro bien. Pero uno podría preguntarse, de paso, por las similitudes psicológicas entre ambos tipos de creyentes. Al menos, en lo que respecta al punto de partida.
Buenos días Josep,
mientras que las teorías conspiranoicas tratan sobre lo ya dado: el mundo, el creyente tiene como punto de partida su propia vida. Es decir, el hecho de ser criatura, característico del creyente, no puede relacionarse con los poderes humanos que lo atenazan con posterioridad Son dos puntos de partida diferentes.
Efectivamente, desde el creyente, Dios tiene un rostro que es Jesús y en Él nos apoyamos (o Él se apoya en nosotros). Sin embargo, más difícil es saber el rostro de esos poderes que parecen anónimos y que, en ningún caso, son de fiar, por brutales.
Un cordial saludo
Iñaki