maitines
octubre 26, 2020 § Deja un comentario
Te diriges a Dios. Pero siendo invisible ¿no te has preguntado nunca si te escucha? ¿Acaso no habrás convertido a Dios en una variante del amigo invisible de la infancia? Quizá sea cierto que todo lo de Dios comienza donde ya no es posible seguir creyendo espontáneamente en un dios.
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