Levinas en el campo

noviembre 7, 2020 § Deja un comentario

Le cuento ahora la historia del pequeño perro amable. Un pequeño perro se había unido a nosotros, a los prisioneros que íbamos a los campos, el pequeño perro nos acompañaba al trabajo; el guardia no protestaba; el pequeño perro no se nos despegó y se instaló en el comando, dejándonos partir solos. Pero cuando volvíamos del trabajo, muy contento, nos acogía dando saltos. En ese rincón de Alemania donde, en la ciudad los habitantes nos miraban como Juden, este perro nos tomaba evidentemente por hombres. Los habitantes, ciertamente, no nos injuriaban y no nos hacían daño, pero sus miradas decían mucho. Éramos condenados o contaminados, portadores de gérmenes. Y el pequeño perro nos acogía en la entrada del campo, ladrando alegremente y saltando amistosamente a nuestro alrededor.

Emmanuel Levinas

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

¿Qué es esto?

Actualmente estás leyendo Levinas en el campo en la modificación.

Meta

A %d blogueros les gusta esto: