factotum
diciembre 13, 2020 § Deja un comentario
Todo lumpen tiene un héroe en el que inspirarse, un repartidor enmascarado. Y si no, Hollywood se encarga. Sin su ficción, los lumpen difícilmente podrían soportarse a sí mismos. Aún más: es por su ficción que la indignación no pasa de la taza del wc. O del mal rollo familiar.
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