asombro y catástrofe
febrero 23, 2021 § 1 comentario
El asombro no basta para instalarnos en la posición bíblica —a lo sumo en una oriental. Pero tampoco solo con la catástrofe, a pesar de su poder revelador. Pues de quedarnos únicamente con el derrumbe de los cielos, lo más sensato es el nihilismo. La posición bíblica es la de Job: entre lo uno y lo otro. O dicho de otro modo, todo está por decidir. Y de ahí el a Dios rogando y con el mazo dando. Aunque aquí el mazo sea un gesto de bondad.
El asombro es el último rincón que nos queda para vivir con dignidad el reto metafísico. El inquietante asombro ante el misterio de que exista algo. El pavor ante lo inexplicable, el hecho de que la realidad sea real.
Esa constatación demoledora es la que nos dota de fuerzas para mirar al más allá con aire de desafío. Nadie, ni Dios mismo, puede explicar que exista algo…
Y… ¿qué explicación se da Dios a sí mismo?