del final y las penúltimas cosas
abril 3, 2021 § Deja un comentario
Pensar la historia hasta el final es lo mismo que pensarla desde el final. Este es el prejuicio de la escatología. Y cristianamente, ya se sabe cuál es este final: el Argamedón, el día D del Juicio donde los muertos resucitarán para que los que tuvimos un cierto éxito comparezcamos ante los que la historia, precisamente, abandonó. Y aquí uno podría preguntarse qué tiempo viene después. Estrictamente, deberíamos hablar de un no-tiempo, pues humanamente el tiempo solo puede ser histórico —y el Juicio puso un punto y final a la historia. Ahora bien, ¿qué yo puede sobrevivir a un instante eterno? De ahí que, por lo común, naturalmente prefiramos seguir en las penúltimas cosas. Será que no formamos parte de aquellos que tan solo pueden preferir que esto termine ya. Sin embargo, a pesar del prejuicio, el horizonte de la escatología cristiana no es, propiamente hablando, el final, sino una nueva Creación, algo así como un reset cósmico. Aunque suene a increíble. O por eso mismo, tratándose de Dios.
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