nuestras manos y las suyas
junio 8, 2021 § Deja un comentario
Suele decirse que Dios no tiene otras manos que las nuestras. De acuerdo. De lo que no se suele hablar es sobre la idea de Dios que hay detrás. Y no suele hablarse porque lo habitual es no terminar de saber de lo que estamos hablando. De ahí que muchos proclamen lo anterior como quien no quiere la cosa —lo cual no quita que lo hagan honestamente—… mientras siguen dirigiéndose a Dios como si tuviera unas manos dispuestas a intervenir ex machina (si es que ello entra en sus planes). Sin embargo, por poco que pensemos nos daremos cuenta de que estamos hablando de un Dios que no es nadie —porque no quiso serlo— sin la respuesta incondicional del hombre. Al fin y al cabo, ya quedó escrito en el Talmud: si tú crees en mí, yo soy; si no crees, no soy. Otro asunto es que esto cueste de tragar para quien permanece sujeto a una concepción ex machina de lo divino. Aunque se vista con los oropeles de una fuerza cósmica y, por eso mismo, impersonal.
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