eternidad
agosto 7, 2021 § Deja un comentario
No deberíamos confundir la eternidad de Dios con la inmortalidad de lo divino. Esta tiene que ver con el presente continuo: siempre ahí, por encima o, si se prefiere, en las profundidades. En cambio, Dios es eterno porque, como absolutamente otro, fue desplazado a un pasado anterior a los tiempos. En este sentido, su eternidad es la de un eterno paso atrás. De ahí que, de Dios, tan solo lo debido a Dios, a su retroceso. En última instancia, el cuerpo de aquel que soporta sobre sus espaldas el peso —aunque también la levedad— del aún nadie de Dios. Y, por descontado, obra en consecuencia.
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