composición de lugar
noviembre 27, 2021 § Deja un comentario
Imaginemos que estamos en guerra y que te hallas junto a tu hija pequeña ante unos soldados que fuman unos cigarrillos antes de cargar sus armas para fusilaros: a tu hija, a ti y a cuantos habéis sido seleccionados. Ella te pregunta: ¿papá por qué quieren matarnos? No puedes hacer otra cosa que abrazarla, besarla. Quizá también llorar, mientras esbozas una última sonrisa, mirándole a los ojos. Toda su alegría de vivir —sus columpios— llega a su punto final. Abruptamente. La Biblia hay que leerla, sobre todo, desde estas escenas. Pues cuanto ahí se nos dice, no tiene nada que ver con el delirio. Aunque a los verdugos nos lo parezca.
Deja una respuesta