y Dios quiso ser como nosotros…
enero 22, 2022 § Deja un comentario
Donde entendemos la encarnación sin partir de la historia que hay detrás, antes que confesar, creemos, con la carga emocional que implica, en la idea de un Dios que quiso ser como nosotros. Esto es, en vez de responder a la pregunta y tú quién dices que soy yo, lo cual es inseparable del seguimiento, preferimos dejarnos llevar por el poder de seducción del concepto. Y aquí casi da igual quién fue aquel que nos exige una respuesta: cualquier hombre de Dios puede representar a Dios, con lo que Dios se convierte en una especie de paradigma del amor o algo por el estilo. Dicho de otro modo, confesar que el crucificado es el quién de Dios —aquel que determina la identidad de Dios— es como confesarlo ante aquellos que cogieron el testigo. Pienso en un Grégoire de Ahongbonon, un Casaldáliga, un Lluís Espinal, una Teresa de Calcuta… Pues fuimos reconocidos como hijos en el Hijo. Es lo que tiene un Dios que quiso depender del hombre que depende de Dios.
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