dependientes
enero 24, 2022 § Deja un comentario
La cuestión religiosa es la cuestión sobre el poder supremo o último. ¿En manos de qué o quién nos hallamos? El problema, hoy en día, es que no admitimos fácilmente estar en manos de. El sujeto moderno se comprende a sí mismo en relación con su libertad. Y la libertad, tal y como se entiende modernamente, no suele hacer buenas migas con el sentimiento de absoluta dependencia. No en vano dicho sentimiento ha sido menospreciado como un residuo de la infancia por la crítica ilustrada a la religión. ¿Orgullo? Quizá. Pero también una liberación del poder eclesial. De ahí que la espiritualidad de nuestro tiempo, incluso donde los motivos siguen siendo cristianos, se decante por la sensación de formar parte en lugar de por el viejo sentimiento de dependencia. La pregunta es hasta qué punto esta espiritualidad, de conformarse con dicha sensación, sigue siendo cristiana. Pues, aun cuando ya no seamos siervos sino amigos, estar ante Dios supone un tener que responder a la demanda de aquellos con los que Dios se identificó in illo tempore.
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